La Caixa compra Castellana 51 y guarda el legado de su histórica sede en Madrid

Al final, todo queda en casa. Inmocaixa, filial inmobiliaria de Fundación la Caixa, ha sido la vencedora del proceso de venta de Castellana 51, histórica sede de la caja catalana en Madrid que, tras la integración con Bankia y la elección de KIO como nuevo cuartel general capitalino, se había puesto a la venta.

La noticia, adelanta por este medio, acaba de ser confirmada por la entidad en un comunicado oficial enviado al supervisor del mercado (CNMV), en el que detalla que la adquisición se ha ejecutado a través de la sociedad Inmo Criteria Patrimonio.

Como adelantó El Confidencial, el presidente de la nueva entidad fusionada, José Ignacio Goirigolzarri, decidió en primavera desprenderse de este inmueble y encargó a CBRE dirigir un proceso organizado de venta del edificio, un activo único o activo trofeo, como se conoce en la jerga del sector, que ha conseguido batir todas las marcas.

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J. Z. EP

El acuerdo se ha cerrado en 238,5 millones de euros, cifra que supone valorar cada metro cuadrado en 13.000 euros, importe récord. A este importe, Inmocaixa sumará el de la obra de rehabilitación que previsiblemente llevará a cabo ahora que el edificio ha quedado vacío con el traslado de todos los equipos de CaixaBank a KIO.

Castellana 51 suma 18.703 metros cuadrados de superficie alquilable de oficinas repartida en seis plantas y 206 plazas de aparcamiento. Construido en 1976, este inmueble combina los usos comercial y de oficinas y continúa siendo el cuartel general de Fundación la Caixa en la capital de España.

Se trata de la operación de oficinas más importante de los últimos tiempos, ya que rara vez sale a la venta un inmueble de estas dimensiones en el corazón del distrito de negocios de Madrid y, además, con la posibilidad de hacer una completa obra de rehabilitación, al estar libre de compromisos.

De hecho, el proceso dirigido por CBRE ha recibido numerosas muestras de interés y varios candidatos habrían puesto encima de la mesa ofertas por encima de los 200 millones,

Con esta venta, Caixabank logra una plusvalía de 98 millones de euros brutos o 69 millones netos (descontando el efecto fiscal), y un impacto positivo de cuatro puntos básicos en el ratio de capital. Está previsto que la transacción se cierre durante el segundo semestre de este año.

JP Morgan, en alianza con Therus, la socimi de GMP y el fondo de Singapur (GIC) y el vehículo de inversión CBRE IM también pujaron fuerte

Además de Inmocaixa, habrían estado peleando hasta el final un fondo de JP Morgan, en alianza con el especialista Therus, la socimi de GMP y el fondo de Singapur (GIC) y el vehículo de inversión CBRE IM.

CaixaBank ocupó este edificio desde su inauguración, en 1976, hasta que se ha culminado este mismo verano su traslado a KIO. Estos lazos, y el deseo de Inmocaixa por crecer en la capital, explican el interés por comprar el edificio y el do de pecho que ha dado la entidad catalana para salvar un edificio que es casi un pedazo de su historia en Madrid.